15 mayo 2012

Ego ísmo

Abramos la herida:
yo estoy, pero no me quedo
no es cosa de querer,
sino de estar viviendo.

Lo que se espera
es un saco inmenso,
lleno de naftalina
que no estoy dispuesta a vestir.

Hay mucha vida
aquí dentro
para quedarme
en un plan cierto.

En el futuro que ya está amarrado.
En la vida que se acabó.
En el final feliz.
En el amor eterno.
En la vida compartida.
En las piernas enredadas.
En la espalda que no es mía.
En la necesidad que no soy yo.
En el tiempo que se muere
mientras yo no vivo.
En el yo que no existe porque el grupo se lo comió. 
                              "Me presenté al lugar a las 10:40 del 12 de mayo 
de los corrientes, 
observé y confirmé que el sujeto 
es un verdadero hijo de puta. 
Y para los usos que al interesado convengan, 
extiendo, sello y firmo la presente, 
en el mismo lugar y fecha..."


06 mayo 2012

Desatar

Es sábado. Vuelvo a sentarme en el sillón del piloto, el que nunca debí dejar alegando una comodidad que a veces fue mentira. Esta vez reviso yo misma el nivel de aceite y agua y recuerdo los pendientes que tengo con el mecánico.

Estoy molesta. Me incomoda algo que no entiendo y es el miedo. Intento sobornarme con este cansancio que los últimos días es constante, pero entiendo que me estoy dando zancadilla mental. Tomo las llaves, aseguro cinturones y salimos volando. Es día de cine y tenemos kilómetros por delante.

Monserrat se ha acostumbrado a viajar conmigo, ahora duerme. Yo tengo la música alta y voy cantando. Bailo cuando las curvas lo permiten. Y veo.

Occidente es un paisaje sucesivo, manchado con antenas rojo y blanco, aspiraciones políticas y un cableado espantoso de fluido eléctrico. Fluido. Interesante palabra.

Esos postes altos, que permiten que los cables se levanten lo suficiente, siempre me han atraído. No es freudiano, me llama la atención la esclavitud en que trabajan, silenciosos. (De acuerdo, puede ser freudiano).

Son esos cables que los atan, que los apresan desde el momento en que se levantan, uno por cada costado hasta enderezarlos en su sitio, tensando lo suficiente para evitar que la fuerza sea dispareja, como si tuviera sentido. Una vez que están de pie, los cables se fijan al suelo a una distancia prudente, siempre tensos, siempre sujetando. El poste asiste, es funcional.

En esa carretera pienso qué pasaría si alguna vez empezáramos a desatar los cables, uno por uno. No es algo cuerdo, tal vez sea obvio que el "fluido" se suspenderá, que el poste terminará en el suelo en un espectáculo poco agradable y peligroso... o tal vez flote. Y quiero pensar que puede pasar, que aunque suene imposible, el pedazo gris de cemento, tan soso, tan funcional, tan equilibrado en medio de la tensión que lo sujeta, flote.

No me da esperanza, es un algo creado. Pero es un buen momento para continuar desatando.

Correo

Tengo un correo pendiente. No es cosa del otro mundo, si no estuviese acostumbrada a responder para evitarme los pendientes. Lleva 3 días en mi bandeja de entrada y no sé como iniciarlo.
Digamos que no sé si empezar por deshojar el correo que le antecede, cuando era noviembre del 2010 y la vida era tan normal y yo era feliz. Feliz con mis proyectos nuevos, feliz con el alguien que los compartía conmigo, feliz de mi vida y feliz de ser la perfección andante.
No, es que ese correo pendiente tiene algo de asesino. Estoy retrasando el momento en que le contaré a ese alguien que me admira y que me quiere, que no soy yo, que cambié. Que mi mundo no es perfecto, que no soy buena y que nunca pretendí serlo: estoy retrasando el momento en que mataré la imagen mental de mi misma, lo que era para mi y los demás.
Dejemos correr la sangre, ya es tiempo.

¿Te apuntás?

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Si pudiera dejar de escribir, seguramente lo haría. Mis otros blogs: lilianavillatoro.wordpress.com oracogeecocaro.blogspot.com eldecalogodelciempies.blogspot.com