
Siempre te están hablando del único, del especial, de la historia fantástica y definitiva.
Y entonces, cuando te das cuenta que el cariño se está volviendo constante, que además de la atracción te está envolviendo la ternura. Que las ganas de besar son inmediatas, que te estás obligando a irte antes de que amanezca... entonces es hora de correr.
Atornillar las alas y enderezar el vuelo.
A donde sea.
No hay comentarios:
Publicar un comentario