Al revés. Todo fue al revés.
Empecé en la desembocadura
(el agua no para de moverse),
y se me dio el nadar contracorriente.
Como salmón, pero al revés.
Como si me diluyera, pero al revés.
Porque la vida fue al principio
y empieza el recorrido contrario.
A lo oscuro, a lo frío.
A la soledad.
Donde el agua es demasiado dulce
o demasiado salada
para crear vida.
No la soporta,
no la atestigua,
no la involucra.
Es solo el agua.
Y se está muy bien aquí.
No hay comentarios:
Publicar un comentario