26 marzo 2013

Vos

No me gusta rogar por amor
ni te lo voy a pedir
ni quiero que vivás conmigo
ni que te acostés a mi lado
ni que cuidés mi gripe
o me alimentés.

Tampoco quiero
esperarte en la noche
saber tus secretos
entender cada mirada
ni cada gesto, ni cada paso.

No quiero,
darte mis claves,
ser tu para siempre
tu día de lluvia ni tu sol

no quiero andar buscando excusas
para reinventarme este amor
cuando se me acabe

Ni quiero tenerte
ni quiero ser tuya
ni quiero gastar tiempo
inventando coincidencias

No.

Te quiero porque te quiero
porque me inundo de químicos
porque me nace ternura
cuando estás y cuando me voy
porque no te necesito
ni me necesitás,
porque me gusta creer en tus luchas
y que creás en las mías y si te parece,
seguí combatiendo conmigo
aunque no compartamos trinchera.

Porque la idea del sofá compartido
(con vos)
no me da ganas de salir corriendo
porque no me amenazás con que sea eterno
porque no me cargás en la espalda tu vida
me nace quedarme, mientras dure
mientras estés, mientras esté yo.

Sin mañana
sin promesas
sin angustias
sin vos.

25 marzo 2013

"Se sacuden sombras a precio módico"

Empezó a sacudir sombras cuando se dio cuenta que no podía dejar de hacerlo. Era un nostálgico y como todos, soltaba sin soltar.  Un jueves a las tres de la tarde, decidió sacarle el jugo y pintó un rótulo: "Se sacuden sombras a precio módico".  Los clientes empezaron a llegar.

Llegó Margarita con una sombra desteñida de adolescencia, una que dolía de vez en cuando porque los bordes tenían filo.  El se encargó de limarla y agregarle púas, de inventarle pasados que la hicieran real. Ella la abrazó, feliz de tener algo que arrastrar. 

Diversificó el negocio y empezó a prosperar, es decir, a producir dinero y ocupar las manos y el tiempo, creyendo que eso es vivir.

Llegó el Chaparro, ahora convertido en ejecutivo, con una vida perfecta y las ilusiones gastadas. No tenía sombra, porque nunca le alcanzó la imaginación, pero también quería tener algo de eso.  Le fabricó una, bastante cómoda, que pudiera lucir junto a los títulos y las figuritas de porcelana en la sala de la casa. 

El tiempo empezó a esconderse entre las sombras pendientes y el mundo de fantasmas que querían disfrazarse de una. Su propia sombra empezó a temer cuando se sintió liviana. Se deslizaba debajo de la cama y entre sueños lo seducía a fuerza de recuerdos.  Entonces, él despertaba con toda la culpa del mundo llenando el vacío de la sombra. La sacaba, limpiaba cada una de sus curvas con la devoción de un curador de arte. Contemplaba el sitio donde debían estar los ojos que nunca devolvían la mirada, en los que nunca se podía ver y lloraba.

Hasta que alguien tocaba la puerta.



19 marzo 2013

abandono del abandono

A veces, cuando estoy frente al espejo
quiero abandonarme,
dejarme perdida entre el reflejo
no volver a recordarme
y sonrío 
sabiendo incluso
que tengo que seguir arrastrando
esta sombra
este cuerpo lleno de nada
vacío de todo
cargado de mi
porque la desnudez no es absoluta
y yo la quiero,
la busco
la persigo
corto la piel y busco en lo profundo
la  falta
de mi propio cuerpo
la libertad
de desprenderme de mi,
volverme nada (¿aire?)
sin peso
sin agua
sin tiempo
sin nunca
sin siempre
sin todo
sin mi
sin mi 
sin mi 
sin mi
sin mi



18 marzo 2013

Besá

Cuando volvás a encontrar al amor
besalo.
No girés prudentemente la cabeza
ni detengás la intención
no esperés que sea él quien volteé.
Poné tu mano,
(tu mano tibia)
en el cuenco de su cuello.
Cercalo, rodealo
acercate
tomá sus labios
sorbelo
rozale la lengua
pegate a la suya
lamele el tiempo
doblale la vida
alcanzalo
porque creeme:
él no va a regresar por vos.


Cuarto de hotel

Los cuartos de hotel guardan un grito,
guardan voces altas,
voces quedas,
pasos que nadie espera,
sábanas pulcras de olor a nadie,
restos de noches,
noches sin restos,
caminos que nunca empezaron,
caminos que terminan,
caminos que nacen.

Guardan, los cuartos de hotel,
el tiempo que nadie mira
la luz que nadie toca
el calor que a nadie abriga,
la vida que muere antes o después de nacer.
Guarda, este cuarto de hotel
el frío de nosotros
los que llegamos
con la única certeza de irnos.



15 marzo 2013

Out&end

Mi sombra tiene cuerpo
tiene senos
tiene piernas
se desplaza
en su propio contorno
desaparece 
(con la luz)
se envuelve
(en la luz)
y viaja
sin alas
cruza puentes
destroza mares
abandona islas
quema el fuego
estruja murallas
no tiene ojos
no devuelve miradas
no le importa
es libre
fuera del espejo.








Viernes.

Hoy me levanté pensando en vos. Coloqué los aspersores en el jardín, giré las roscas, dejé que el agua siguiera su curso y no fue suficiente. Monsy te llora aún, incluso cuando el olor del carro que dejamos ya no te guarda más.  Yo te lloro igual, hoy, siempre.  Lloro que no estés, lloro tu ausencia. Lloro por el camino de hojas, por la montaña bajo nuestros pies, por esos minutos de cariño que nos dimos, uno junto a otro en un camino de terracería, tomando fotos, grabando vídeo sin más presunción que la de estar. Lloro por el beso en la frente que me guardo cuando salgo a trabajar, por el hombro que no palpo a manera de despedida, por vos, Papá, lloro por vos. O tal vez lloro por mi, porque aún no me acostumbro a ser huérfana.


14 marzo 2013

Wasteland

Demasiada importancia le damos a todo, empezando por nosotros mismos, demasiado ego cargamos en este miserable estuche que adornamos con la idea de la divinidad externa.
Ideología en oferta, religión dos por uno.  Es que no encuentro como hilvanar a un dios que todo lo puede, cuyo tiempo es perfecto, cuya voluntad irreductible mueve todas las hojas pero no puede impedir que a una niña la toquen, la violen y la maten. Y luego, con toda la soberbia de los siglos encima, todavía nos exige el perdón.
El libre albedrío y la conveniencia. La divinidad tan humana.
Lucifer no se cayó de la estrella, solo vio que estaba hecho de una.

13 marzo 2013

Fumetto

- El tiempo es una absurda metáfora de la eternidad -dijo, con esa voz ronca y profunda con sonido de caverna. Recogió las últimas piezas de metal y empujó la rueda. El vértice se hizo claro mientras las líneas que atravesaban el círculo desaparecían con la velocidad, dibujando esa libertad tan cómica de lo que se mueve sin estar realmente suelto.
Seguía siendo un holograma, igual que sus palabras y el montón de espuma que acumulaba mi digestión al verle. 
Quise responder antes de enredar mis piernas a su cintura, antes que mis ojos buscaran sus ojos dentro de ese rostro que se vuelve gris y borroso y que se pierde y se esconde, que conozco sin saber quién es porque mi tacto guarda de memoria la forma de la espalda y el peso del cuerpo, la sensación de la piel dura y tensa y ese camino áspero que se pierde en el arco de mi palma. No tuve tiempo, sonó el despertador.


12 marzo 2013

Un día a las 6.

Nadás entre fantasmas
te amarrás de su cintura
dibujás sombras
lamés sus contornos
te reconciliás con sus ausencias.

Te miro y aunque quiero
lamer tus contornos
amarrarme a tu cintura y
nadar en tus territorios,
no puedo,

no soy fantasma
y a veces ni tengo sombra.

11 marzo 2013

Salado y sin sal

Quiero hablar de los besos
pero parece que se extinguieron
que la primavera no alcanza
y no me cubre y no me llena y no me deja
que no hay frío
que no hay nada
que el silencio
o el ruido
o el eco
o las células y sus conexiones
dejaron un desierto aquí adentro.

Y la arena
ya ha cubierto los poros.

Let´s play

El eco y el caos salieron a jugar.
Casi lo logran,
pero se encontraron los ojos.

07 marzo 2013

¿Cómo así que la lujuria no es amor del bueno?

Disertaba sobre la experiencia del dolor desde el punto de vista del soft porn para mamás, sin prestar demasiada atención a la cara de sorpresa de mi interlocutora, que giraba de vez en cuando vigilando que nadie escuchara.  La cafetería estaba llena a las diez de la mañana. No era gran cosa.
El punto de la discusión era el aprendizaje y la programación. Aprendimos que el fuego quema, que el agua ahoga, que el dolor duele. Aprendimos de la experiencia de otros, porque nuestro compendio humano se forma de eso, de acumulamiento y nos niega la posibilidad de quemarnos, ahogarnos y revolcarnos de dolor.
Tal vez no duele.
Tal vez no ahoga.
Tal vez no quema.

O tal vez yo no aprendí bien.
Ilustración de Svetlana Bobrova




Pablo Hernández M. presenta una "interpretación libre y poética de la historia", como dice el encabezado de su LibroBlog.

Pueden leerlo en:
Historias Viejas de la tierra de arboles

(Click y listo, a leer) 

Demonio

Suena un bolero tras otro, la oficina suda amor romántico, mientras el recuerdo de mi hija pegada a mi cintura bombardea con fuerza. Mi reloj biológico le manda señales y ella las recibe y transmite sin ningún filtro: quiere hermanitos. Dice que cuando yo vuelva a casarme se va a "empiernar" a ver la tv conmigo y mi esposo.
El esposo y los hijos imaginarios van de vuelta al mismo armario del que mi hija los sacó.  Sonrío y le acaricio la cabeza, mientras se queda dormida.  La pila de libros a mi derecha es lo más parecido al amor en este momento y entiendo la nostalgia que la vida en familia le causa. La entiendo y lucho por no partirme con el peso que sus deseos le dejan a mi individualidad.
Soy el demonio.
Un demonio feliz.

*Ilustración desde: Chipola

05 marzo 2013

Azul

A nada le temo más que a la calma.
Prefiero llover con fuerza
o contemplar de lejos
un chubasco tibio,
gotas que golpean suave,
que se mecen en el suelo
antes de pegarse a él.

Prefiero una corriente densa,
un charco salpicado.

Prefiero el vapor,
la muerte lenta del agua
volviendo al sol.

La calma no,
calma y profundidad,
el estuario pronto,
final y desembocadura.
El abismo extenso que no se muestra.
Calma no.
No.


















¿Te apuntás?

Mi foto
Si pudiera dejar de escribir, seguramente lo haría. Mis otros blogs: lilianavillatoro.wordpress.com oracogeecocaro.blogspot.com eldecalogodelciempies.blogspot.com