
El punto de la discusión era el aprendizaje y la programación. Aprendimos que el fuego quema, que el agua ahoga, que el dolor duele. Aprendimos de la experiencia de otros, porque nuestro compendio humano se forma de eso, de acumulamiento y nos niega la posibilidad de quemarnos, ahogarnos y revolcarnos de dolor.
Tal vez no duele.
Tal vez no ahoga.
Tal vez no quema.
O tal vez yo no aprendí bien.
Ilustración de Svetlana Bobrova
No hay comentarios:
Publicar un comentario