Tomó la Curandera toda la tristeza de los ojos y la llevó al pecho.
Era el lugar más lejano que conocía, el definitivo para arrancar ese sentimiento.
Aspiró el dolor y el desamparo, sorbió la soledad, sembró con sus dedos el sitio despoblado que gritaba cobijo.
Encendió el fuego, acercó la llama. Cubrió el desahucio con su propio cuerpo. Se volvió esponja. Secó heridas, encendió farolas.
Caminó entre el desierto buscando agua. Penetró el suelo, gritó conjuros, se inventó un ritual.Aspiró humo, expiró lamentos.
Se hundió en el cuerpo lastimado, se olvidó curando y se volvió humo que fue aspirado, ritual inventado, conjuro repetido, agua fluyendo del desierto. Encontró farolas que no existían en su propia piel, sintió una esponja limpiando sus heridas, tiñendo sus surcos, descubrió un cuerpo cubriendo su propio desahucio. Sintió el calor de una llama cercana, el despoblado cubierto, callando el grito que clamaba cobijo, el dolor que se elevaba fuera del cuerpo, el desamparo que ya no era, los labios que se llevaban la soledad, la tristeza que no existía más en sus ojos.
Era el lugar más lejano que conocía, el definitivo para arrancar ese sentimiento.
Aspiró el dolor y el desamparo, sorbió la soledad, sembró con sus dedos el sitio despoblado que gritaba cobijo.
Encendió el fuego, acercó la llama. Cubrió el desahucio con su propio cuerpo. Se volvió esponja. Secó heridas, encendió farolas.
Caminó entre el desierto buscando agua. Penetró el suelo, gritó conjuros, se inventó un ritual.Aspiró humo, expiró lamentos.
Se hundió en el cuerpo lastimado, se olvidó curando y se volvió humo que fue aspirado, ritual inventado, conjuro repetido, agua fluyendo del desierto. Encontró farolas que no existían en su propia piel, sintió una esponja limpiando sus heridas, tiñendo sus surcos, descubrió un cuerpo cubriendo su propio desahucio. Sintió el calor de una llama cercana, el despoblado cubierto, callando el grito que clamaba cobijo, el dolor que se elevaba fuera del cuerpo, el desamparo que ya no era, los labios que se llevaban la soledad, la tristeza que no existía más en sus ojos.
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